La mujer que toco el manto de Jesús estudio bíblico

La historia de la mujer que tocó el manto de Jesús se encuentra en los evangelios de Mateo, Marcos y Lucas. Esta historia es un ejemplo maravilloso de la fe y la confianza que podemos tener en Jesús, incluso en situaciones desesperadas.

La historia comienza cuando Jesús estaba camino a la casa de Jairo, un líder de la sinagoga, para sanar a su hija que estaba muy enferma. En el camino, una multitud de personas se apiñó a su alrededor, lo que dificultaba el avance de Jesús. En medio de la multitud, una mujer que había estado enferma por muchos años, y había gastado todo su dinero en médicos sin obtener ayuda, llegó hasta Jesús y tocó el borde de su manto. Al instante, la mujer fue sanada de su enfermedad.

La respuesta de Jesús a la mujer es reveladora de su amor y compasión. Él le dijo: "Hija, tu fe te ha sanado. Vete en paz y queda libre de tu aflicción" (Marcos 5:34). La mujer, sintiendo la sanidad en su cuerpo y la liberación de su aflicción, se alejó de Jesús con gozo.

Hay varias lecciones importantes que podemos aprender de esta historia. Primero, la fe de la mujer en Jesús es inspiradora. A pesar de su enfermedad y su desesperación, ella creyó que Jesús tenía el poder de sanarla. Su fe es un ejemplo para nosotros de la importancia de confiar en Jesús en todas las circunstancias.

En segundo lugar, esta historia nos enseña que no hay ningún problema que sea demasiado pequeño o demasiado grande para Jesús. Él se preocupa por cada uno de nosotros y está dispuesto a escuchar nuestras necesidades y preocupaciones.

En tercer lugar, esta historia nos muestra la importancia de acercarnos a Jesús con una fe sincera y humilde. La mujer no se acercó a Jesús con arrogancia o presunción, sino con la humildad de saber que necesitaba su ayuda.

En resumen, la historia de la mujer que tocó el manto de Jesús nos recuerda que Jesús es nuestro sanador y salvador. Con fe y humildad, podemos acercarnos a él y confiar en su amor y poder para transformar nuestras vidas.